Hong Kong.- Mientras Beijing batalla con un brote cada vez mayor de la variante Delta, una estrafalaria teoría de la conspiración que vincula el origen del Covid-19 con las fuerzas armadas de Estados Unidos ha ganado una renovada tracción en China.
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La teoría del país asiático totalmente infundada, afirma que el virus pudo haberse filtrado de un laboratorio del Ejército de EE.UU., asimismo, esta suposición ha sido promovida repetidamente por funcionarios chinos y medios estatales desde marzo del año pasado.
Sin embargo; durante la semana pasada, Beijing ha redoblado su apuesta por esa teoría de la conspiración, movilizando a sus diplomáticos y su vasto aparato de propaganda para pedir una investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de EE.UU. en Fort Detrick, Maryland.
Por otra parte, la OMS publicó un informe inicial de su estudio sobre los orígenes del Covid-19 en China en marzo, concluyendo que la teoría de la fuga de laboratorio era “extremadamente improbable”. Pero un número creciente de naciones y científicos occidentales han cuestionado la minuciosidad del informe original, acusando al país de “negar el acceso a datos y muestras originales y completas”.
Desde que China contuvo su brote inicial, Beijing ha culpado repetidamente de los brotes locales a la importación de Coronavirus desde el extranjero, ya sea a través de pasajeros aéreos, alimentos congelados u otros bienes.
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