Tegucigalpa.- Solo en el 2020 aproximadamente 27,000 niñas estuvieron embarazadas en el país y esa cifra va aumentando año con año, manifestó Laura Rey, integrante de Plan Internacional.
Honduras ha llegado a ocupar el segundo lugar en América Latina de embarazos de adolescentes. En el año 2017 en el país se asentaron 101 partos de menores de edad por cada 1, 000 embarazos de todas las edades. Son alrededor de 30 mil jovencitas que anualmente se embarazan antes de los 19 años.
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“La educación sexual en Honduras es muy precaria, vemos niñas que están quedando embarazadas en sus primeras relaciones sexuales, son adolescentes que se enfrentan a una situación que les limita no solamente su desarrollo personal, sino que su continuidad en temas como la educación”.
Aseveró Rey.
Por lo tanto, el embarazo en adolescentes es un problema social que se ha convertido en «el mayor desafío para la región en términos de derechos sexuales y reproductivos», indica la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su Informe del Estado de la Población Mundial 2017.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el riesgo de muerte materna es el doble en las menores de 15 años que en las mujeres de edad adulta. Sin embargo, el mayor impacto del embarazo en adolescentes es psicológico y las consecuencias socioeconómicas son para toda la vida.
“Sus cuerpos todavía no están preparados para un embarazo y para poder dar a luz y este es un riesgo para el cuerpo de las niñas porque estas pueden sufrir situaciones que perjudiquen su estado de salud o el estado de salud del bebé”.
Agregó Laura.
Además, hay un riesgo inminente en una niña embarazada, pues su cuerpo aún no está preparado para la gestación y dar a luz a otro ser humano.
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