México.- El pasado 9 de mayo, la Patrulla Fronteriza encontró en el Valle de Río Grande a dos niñas identificadas como Nasley de 7 años y Cristal de 4 años intentando cruzar la frontera de EEUU sin acompañante.
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“Necesito que me ayuden porque quiero estar con mis hijas, yo nunca hubiera querido dejarlas ahí”, manifestó en una entrevista Sandra Padilla, la madre de las menores centroamericanas.
Según Padilla, bajo hambruna y desolación viajó con sus hijas durante siete días por el desierto, sin embargo decidió dejarlas solas en una zona donde serían encontradas por los agentes fronterizos porque en reiteradas ocasiones las autoridades la habían deportada.
“Con dolor en mi alma las dejé ahí, pero solo quería un mejor futuro para ellas; no quería que sufrieran tanto”, lamentó la hondureña.
A través de un comunicado, el jefe de la Patrulla Fronteriza del sector Del Río, Austin Skero II, expresó que desafortunadamente este tipo de eventualidades son muy frecuentes, ya que han encontrado niños tan pequeños que se las arreglan solos en medio de la nada.
“Si no fuera por nuestra comunidad y las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley, estas niñas podrían haber enfrentado temperaturas de más de 100 grados sin ayuda”, destacó Skero.