Por Darkshak Beltrán 27 Enero, 2021
Mundo.- La mayoría de personas educadas, con creencias religiosas y crianzas tradicionales consideran que decir “malas palabras” es un sinónimo de vulgaridad y poca educación.
Pero Timothy Jay, profesor emérito de psicología en el Massachusetts College of Liberal Arts, quien por cierto ha estudiado sobre palabrotas durante más de 40 años, dijo:
“Las ventajas de maldecir son muchas”
Pero ¿Porqué una persona con educación formal se apoyaría en un lenguaje grosero cuando está bendecido con un vocabulario rico?
Pues según estudios la percepción de este lenguaje está mal enfocado ya que, decir palabrotas puede ser un signo de superioridad verbal y sumado a esto también otorgan otro tipo de recompensas.
“Los beneficios de maldecir acaban de salir en las últimas dos décadas, como resultado de muchas investigaciones sobre el cerebro y las emociones, junto con una tecnología mucho mejor para estudiar la anatomía del cerebro”
Manifestó el profesor Jay.
Según los siguientes puntos, puedes encontrar beneficios como:
Maldecir puede ser un signo de inteligencia
En el año 2015 se realizó un estudio en el que se encontró que las personas más educadas son las mejores para pronunciar “palabrotas” .
Se les pidió que pensaran palabras que comenzaran con F, A o S en un minuto. Se dedicó otro minuto a pensar en palabrotas que comienzan con esas tres letras y también pudieron decir muchas más palabras que aquellos que poseen menos fluidez verbal.
Las personas que dicen palabrotas suelen ser más honestas
En el año 2017, se publicaron tres artículos en los que las personas que maldecían mentían menos a nivel interpersonal y tenían niveles más altos de integridad en general.
Si bien se estudio a las personas decían más blasfemias eras mas sinceras los expertos manifestaron que los hallazgos no deben interpretarse en el sentido de que cuanto más una persona use blasfemias, es menos probable que participe en actos inmorales más graves o comportamientos poco éticos.
Las palabras groseras mejoran la tolerancia al dolor
Según el estudio Running head las personas que pedalean una bicicleta mientras maldecían, lo hacían con más fuerza que los demás.
“al maldecir estás desencadenando una respuesta emocional en ti mismo, que desencadena una respuesta de estrés leve, que conlleva una reducción del dolor inducida por el estrés”
Agregó el Profesor Timothy Jay.
Maldecir también es sinónimo de creatividad
Decir palabrotas parece estar centrado en el lado derecho del cerebro, la parte que la gente suele llamar “cerebro creativo”.
Emma Byrne, autora de «Maldecir es bueno para ti», dijo:
“Las reprimendas de la infancia, las palabrotas y los términos cariñosos: las palabras con un fuerte contenido emocional que se aprenden temprano tienden a conservarse en el cerebro incluso cuando se pierde todo el resto de nuestro lenguaje”.
Cabe mencionar que la investigación sobre las palabrotas se remonta a la época victoriana, cuando los médicos descubrieron que los pacientes que perdían la capacidad de hablar aún podían maldecir.
Lanzar improperios te ayuda a evitar lanzar golpes
Cuando elegimos decir malas palabras o palabras soeces, le proporcionamos una ventaja evolutiva a nuestro cerebro que puede protegernos del daño físico.
Los animales muestran un comportamiento agresivo cuando están molestos o nerviosos y siempre atacaran, te arañarán, te morderán
Mientras que para los humanos, decir palabrotas nos permite expresar nuestras emociones simbólicamente sin hacerlo con uñas y dientes.
“En otras palabras, puedo decirle a alguien que se j*da desde el otro lado de la calle. No tengo que estar frente a ellos”
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Dijo la autora Emma Byrne.
Después de conocer estos estudios se puede tener una visión diferente del lenguajes, aunque la verdad no es absoluta.
Hablar de tal o cual manera es opcional y queda a discreción del hablante.