Tegucigalpa, 15 de julio (AFP)
“Estamos hartos de ver cómo se están robando todo el dinero que estaba destinado para esta pandemia”, afirma el periodista Joel Guardado mientras protesta con una pancarta frente al hospital Escuela de la capital, el más importante de Honduras.
La ancestral corrupción tiene a los hondureños más indefensos ante la pandemia de la covid-19, según expertos.
La gente “va a seguir muriendo por todos los robos que ha habido en el país”, añade Guardado mientras muestra la pancarta con la leyenda “Fuera JOH (presidente Juan Orlando Hernández) y su banda de criminales”.
Expertos consultados por la AFP indicaron que hay fundadas sospechas de corrupción del gobierno en las compras de siete hospitales móviles, equipo y material de bioseguridad para enfrentar la pandemia.
Dos de estos centros sanitarios móviles llegaron dos el pasado viernes. Desde entonces están almacenados en contenedores en el caribeño Puerto Cortés, 300 km al norte de la capital, mientras tramitan el desaduanaje bajo vigilancia de organismos controladores.
Los hospitales serán instalados en Tegucigalpa y la norteña San Pedro Sula, segunda ciudad del país, pero no hay certeza de que están completos y de que lleguen a funcionar, según las autoridades.
Con una población de 9,3 millones de habitantes, Honduras contabiliza más de 28.000 contagiados y cerca de 800 muertos, aunque hay sospechas de subregistro por la baja cantidad de pruebas realizadas.
– Víctima de corrupción –
“El sistema de salud es la víctima mayor de la corrupción en Honduras y no es de ahora”, dijo a la AFP Carlos Hernández, director de la no gubernamental Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ).
El activista anticorrupción lamentó que los hospitales “se pagaron por adelantado, sin garantías (…) y sin posibilidades de demandar” si los vendedores incumplen.
El gobierno destituyó a Marco Bográn, el director de Inversiones Estratégicas de Honduras (Invest-h), la oficina de compras el Estado, al ser investigado por la Fiscalía por sospechas de corrupción en la compra de los hospitales móviles.
La nueva directora de Invest-H, Evelyn Bautista, reconoció que “hay incertidumbre” sobre si van a funcionar los hospitales, y aseguró que la empresa turca que los vendió prometió enviar los otros cinco hospitales a más tardar a fines de agosto.
El jefe del equipo de investigación del estatal Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Odir Fernández, denunció que el gobierno compró 804.000 mascarillas que llegaron en cajas en las que había una advertencia de que no eran para uso médico. Aun así, las autoridades las distribuyeron entre los sanitarios, con el consiguiente riesgo para ellos.
Fernández dijo a la AFP que también se compraron 700 respiradores mecánicos. pero los pocos que llegaron no eran portátiles, como se consignó en el momento de la compra.
– Inversión incompleta –
Por su parte, el representante del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), Ismael Zepeda, informó a la AFP que el Congreso aprobó unos 3.500 millones de dólares para atender la emergencia.
Sin embargo, solo se han destinado entre 120 y 140 millones de dólares, incluyendo el dinero para los hospitales, sin que se sepa qué se hizo con el resto de los fondos.
“Se cometió un sinnúmero de irregularidades en las compras que no cumplen con especificidades, como los ventiladores, pruebas rápidas y los hospitales móviles”, comentó Zepeda.
En tanto, la presidenta del Colegio Médico, Suyapa Figueroa, denunció que por la falta de equipo de protección personal “han fallecido diez colegas médicos y tenemos una gran cantidad de médicos con su neumonía en sus casas”.
Los hospitales están “colapsados” y “hay hospitales (privados) que cobran medio millón de lempiras (unos 25.000 dólares) solo por el ingreso”, aseveró.
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