En tiempos donde el aislamiento entre las personas es una de la principales normas de prevención del covid 19 a seguir, las unicas compañías sin importar la circunstancias son las de nuestras mascotas.
Tal es el caso de este cuidadano quien bajo los rayos incesantes del sol de este domingo, limpiaba las solitarias calles capitalinas para poder hacerse de dinero para alimentarse, en este arriesgado trabajo su único amigo en quien descarga todas sus penas como el cansancio y soledad era su fiel perrito.
Queda comprobado que el cariño especial de un perrito no entiende de distanciamiento, problemas, males ni mucho menos de momentos difíciles, solo surge por inercia inconsciente e inocente hacia sus dueños.
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