China.- La frontera noreste de China con Rusia se convirtió en el último frente de batalla en la lucha contra el rebrote de la epidemia de coronavirus, luego de que los nuevos casos diarios alcanzaran el pico más alto en casi seis semanas en el gigante asiático con más de un 90% de los mismos afectando a personas procedentes del extranjero.
Habiendo erradicado en gran medida las transmisiones locales de la enfermedad, China ha ido reduciendo lentamente las restricciones al movimiento a medida que intenta volver a encarrilar su economía, pero se teme que un aumento de los casos importados pueda desencadenar una segunda oleada de Covid-19.
El domingo se registraron 108 nuevos casos de coronavirus en la China continental, frente a los 99 del día anterior, lo que supone el mayor registro diario desde el 5 de marzo.
Los casos importados alcanzaron el récord de 98. La mitad de ellos eran ciudadanos chinos regresados del distrito federal ruso del Lejano Oriente, donde se encuentra la ciudad de Vladivostok, quienes accedieron a China a través de los pasos fronterizos de la provincia de Heilongjiang.
“Pensamos que nuestra pequeña ciudad era el lugar más seguro”, dijo un residente de la ciudad fronteriza de Suifenhe, que sólo dio su apellido, Zhu.
“Algunos ciudadanos chinos quieren volver, pero no es muy sensato. ¿Por qué queréis venir aquí?”, añadió.
Volver a casa
La frontera permanece cerrada excepto para los ciudadanos chinos, de modo que la ruta terrestre a través de la ciudad se ha convertido en una de las pocas opciones disponibles para quienes intentan volver a casa después de que Rusia haya interrumpido los vuelos a China, excepto aquellos en los que se evacua a ciudadanos del país.
Las calles de Suifenhe aparecían prácticamente vacías ayer por la tarde debido a las restricciones al movimiento anunciadas la semana pasada, cuando las autoridades adoptaron medidas preventivas similares a las impuestas en Wuhan, la ciudad del centro de China en la que el año pasado se registró por primera vez el brote del nuevo coronavirus que se ha extendido por todo el mundo.
El número total de casos confirmados en la China continental ascendió ayer a 82.160. En el pico de la primera ola de la epidemia, el 12 de febrero, se registraron más de 15.000 nuevos casos en un día, aunque se trata de un hecho excepcional producido tras el establecimiento de nuevos métodos de prueba.
Aunque el número de infecciones diarias en China ha disminuido drásticamente desde dicho máximo, el país ha visto aumentar el número de infecciones diarias debido al incremento de los casos importados, tras haber alcanzado un punto mínimo el 12 de marzo.
Las ciudades chinas cercanas a la frontera con Rusia están reforzando los controles fronterizos e imponiendo cuarentenas más estrictas en respuesta. Suifenhe y Harbin, la capital de Heilongjiang, están exigiendo ahora 28 días de cuarentena así como pruebas de ácido nucleico y anticuerpos para todos aquellos que lleguen del extranjero.
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